Un amor de cuarentena
De pronto el mundo paro, paro el ruido, pararon los atascos, los bares, las tardes de amigos y risas infinitas. Y el encierro me trajo tu nombre en forma de canción. Tu nombre de eternas melodías, y bailes en la cocina y el salón.
El mundo paró y nos miramos por dentro, las almas desvanecieron distancias para encontrarnos. Paro el tiempo para rozarnos separados por miles de kilómetros. Y estando tan lejos, nunca me sentí tan cerca.
El mundo paró y nos miramos por dentro, las almas desvanecieron distancias para encontrarnos. Paro el tiempo para rozarnos separados por miles de kilómetros. Y estando tan lejos, nunca me sentí tan cerca.
Las almas desvanecieron distancias para encontrarnos,qué bonito.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tu visita.
Tan lejos y tan cerca, ¿verdad? hay nombres que suenan a música celestial.
ResponderEliminarSon verdaderas obras de arte.
Un placer leerte. Saludos.