La profecía autocumplida
Te dejé libre, mi pequeño ruiseñor Te dejé libre porque el sonido de tus alas era ensordecedor. Te dejé libre Porque no quiero retenerte, Ruiseñor No quiero cortar tus alas Tus ganas de volar. Yo quería que pudieras encontrar En mi pecho tu nido... Pero alzaste tu vuelo Buscando otros pajarillos, Alzaste el vuelo Y quebró mi pecho, Rota. Rota Rota Rota A veces, duele respirar...